Siria

Las últimas tropas francesas salieron del país en 1946, y aunque en teoría Siria emergía como una república parlamentaria, en los hechos el régimen republicano fue recurrentemente vulnerado por los golpes que se sucedieron desde 1949 hasta 1970.

Este país presenta un complejo mosaico étnico y religioso. Si bien los musulmanes son cerca del 90% de la población, están fuertemente segmentados ya que junto a una mayoría suní están los drusos, los alauíes y los chiíes. Existe también una minoría cristiana, en su mayor parte greco-ortodoxos y en menor medida católicos.

El Baath, que nació en 1947 de la mano de un grupo de intelectuales y con una estrecha  base social, en poco tiempo logró la adhesión de oficiales del joven ejército sirio, en particular de miembros de la minoría alauí.

Con el golpe de 1954, que puso fin a un período dictatorial, un reducido número de baathistas ingresaron en el gobierno coaligados con otras fuerzas políticas. El paralelismo de las políticas sirias y egipcias y la atracción del liderazgo de Nasser crearon un clima favorable para la formación de la República Árabe Unida en 1958. Esta experiencia apenas duraría tres años, ya que generó fuertes tensiones en el seno del Baath entre los pronasseristas y los que objetaban la hegemonía de Nasser. Estos últimos acabaron imponiendo su predominio.

La inestabilidad de los gobiernos sirios a lo largo de la década de 1960 –al golpe de 1961 le sucedieron el de 1963, el de 1966 y finalmente el de 1970– fue en parte resultado del enfrentamiento entre las distintas facciones del partido Baath. A partir del golpe de 1963, este partido concentró en sus manos todos los resortes del gobierno, pero se dividió en dos grandes tendencias. Por un lado los moderados, entre quienes se encontraban Bitar y Aflaq, apegados al ideal de la unidad árabe; por el otro los radicales, en su mayoría oficiales del ejército partidarios de conceder prioridad a la construcción de un Estado nacional fuerte.

La tensa convivencia entre la cúpula histórica que fundó el partido y el sector militar se mantuvo hasta 1966. Ese año, un nuevo golpe desplazó a la dirigencia civil. La derrota en la guerra de los Seis Días, junto con la ocupación de los Altos del Golán por Israel, reavivó las tensiones en el seno del partido respecto de las responsabilidades de ese impactante fracaso. A fines de 1970, el ministro de Defensa Hafez el Assad encabezó un golpe militar pacífico y asumió como primer ministro. Assad mantuvo el poder durante treinta años.