FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN UNLP

ISBN 957 950 34 0658 8

Usted está aquí: Inicio Carpeta 2 Notas La Reforma Universitaria

La Reforma Universitaria

VI. El mundo colonial y dependiente


Fue un movimiento que expresó la voluntad de algunos sectores, principalmente de las clases medias, hasta ese momento relegadas, de alcanzar mayor participación social, política y cultural. Resulta significativo que la chispa se encendiera en la aristocrática ciudad de Córdoba, en la Argentina, donde la Universidad era un espacio de formación de las elites dirigentes y en donde se privilegiaban los valores y conocimientos vinculados con el poder de la oligarquía. De allí que la movilización, iniciada en 1918 y acompañada por un Manifiesto Liminar lanzado hacia “los hombres libres de Sud América”, además de una proclama democrática, reivindicara la necesidad de unir la Universidad con los problemas sociales. La Reforma estuvo animada principalmente por jóvenes de las clases medias, que transformaron los claustros en espacios de consignas democráticas, pero también de circulación de ideas americanistas, antiimperialistas y juvenilistas. Estas últimas se inspiraban en las perspectivas acerca de las generaciones que habían difundido intelectuales como Ortega y Gasset, pero también en el pensamiento de referentes locales, como José Ingenieros, para quien la juventud era depositaria de “reservas morales”, frente a la decadente generación que manejaba la política y el Estado. De allí que el movimiento mantuviera, en la Argentina, una prudente distancia con respecto a la lucha política partidaria, al menos hasta 1930. Sin embargo, extendido al resto del continente, no solo por la empatía del estudiantado con las proclamas reformistas, sino por el proselitismo de algunos “maestros” y referentes, como el socialista argentino Alfredo Palacios, el movimiento conformó el marco de discusiones acerca de la relación entre reforma universitaria y reforma social, entre rebelión estudiantil y el papel de otros sectores, principalmente los trabajadores, y sobre la relación con los partidos políticos. En Perú, por ejemplo, el contexto represivo que siguió a las movilizaciones del estudiantado reformista en torno de la Universidad de San Marcos, en Lima, propició un balance temprano acerca de los límites de la lucha centrada solo en los claustros. De allí que de la Reforma surgieran líderes políticos, como Víctor Raúl Haya de la Torre, fundador del APRA, y que se desarrollaran las Universidades Populares, orientadas a la formación de la clase trabajadora y a la construcción de la unidad obrero-estudiantil en la política. Esta experiencia se replicó también en Cuba, motorizada por el joven militante comunista Julio Antonio Mella.

 

Acciones de Documento