El control de Ucrania, un territorio muy rico en recursos agrícolas y con un importante sector del campesinado organizado por los anarquistas, fue intensamente disputado por distintas fuerzas políticas y al mismo tiempo dominado por las potencias extranjeras.

A fines de 1917 los campesinos expulsaron a los grandes propietarios y repartieron las tierras. Después de la firma del tratado de Brest-Litovsk, el territorio fue ocupado por los austríacos y alemanes, quienes apoyaron la recuperación de las tierras por sus antiguos dueños. El gobierno de Kiev en manos de los nacionalistas conservadores ucranianos enfrentó al movimiento campesino que, liderado por Néstor Majno, entre otros, encaró la lucha contra los ocupantes extranjeros al mismo tiempo que mantenía una relación cargada de tensiones con los bolcheviques. Los majnovistas rechazaban cualquier injerencia del Estado en los asuntos del mundo rural y proponían el autogobierno campesino basado en soviets libremente elegidos. Sus demandas incluían la paralización de las requisas, la supresión de los impuestos y de las tasas, la libertad para todos los partidos socialistas y los grupos anarquistas, el reparto de la tierra y la supresión de los comisarios bolcheviques y de la Cheka.

A principios de 1919 existían en Ucrania ejércitos campesinos de decenas de miles de hombres forjados en la lucha contra las fuerzas de ocupación alemanas y austro-húngaras, que combinaban el reclamo de la tierra para los campesinos con la creación de soviets libremente elegidos “sin moscovitas ni judíos”. Ucrania era un país marcado por una larga tradición de antagonismo entre los campos mayoritariamente poblados de ucranianos y las ciudades con predominio de rusos y judíos, que eran rechazados por una gran parte del campesinado: los moscovitas, los bolcheviques y los judíos, todos debían ser expulsados de Ucrania.

Durante la guerra civil, el ejército campesino encabezado por Majno compartiría con el Ejército Rojo la lucha contra el enemigo común: los blancos prozaristas. Sin embargo, el movimiento campesino en el que predominaba el anarquismo no aceptaba someterse a las directivas de los bolcheviques de Moscú, quienes a su vez desconfiaban de los campesinos y descartaban la viabilidad del anarquismo.

Finalmente, los bolcheviques impusieron su poder sobre Ucrania, y Majno, en agosto de 1921, abandonó su país y acabó viviendo en París, donde se ganó la vida como obrero en la fábrica Renault hasta su muerte en 1934.

NÉSTOR IVÁNOVICH MAJNÓ  (1889-1934)

EN LA FOTO JUNTO A SU ESPOSA, HALYNA KUZMENKO, Y SU HIJA YELENA. DURANTE LA OCUPACIÓN NAZI DE FRANCIA, AMBAS FUERON DEPORTADAS A CAMPOS DE TRABAJOS FORZADOS EN ALEMANIA. AL FINAL DE LA GUERRA FUERON ARRESTADAS POR EL NKVD SOVIÉTICO Y ENVIADAS A KIEV, DONDE EN 1946 FUERON JUZGADAS Y CONDENADAS NUEVAMENTE A TRABAJOS FORZADOS. DESPUÉS DE SU LIBERACIÓN EN 1953 VIVIERON EN KAZAJSTÁN.