Campo de concentración en Letonia
V. La Segunda Guerra Mundial y el Holocausto
En las afueras de Riga, cerca del pequeño pueblo de Salaspils, los nazis construyeron un campo de concentración que funcionó entre 1941 y 1944. Decenas de miles de personas de Letonia, de la Unión Soviética y de varios países europeos pasaron por sus 39 barracones. Si bien la principal función del campo de concentración de Salaspils era agrupar a los prisioneros para después redistribuirlos por otros campos de concentración más grandes, allí se asesinó a más de 100.000 personas, la mayoría judíos y prisioneros de guerra. En 1967 se erigió un Memorial del campo de concentración de Salaspils, que recuerda a las víctimas del fascismo.
El BARRACÓN DE LOS NIÑOS Y NIÑAS
A la izquierda de la entrada hay un muro de cemento con una inscripción en letón y en ruso: “En este camino lloraban los niños, madres, padres y abuelos –todos iban a morir–. ¿Quién contará las palabras no dichas? ¿Quién contará los años perdidos que mataron las balas nazis...?”
ESCULTURA DE LA MADRE PROTEGIENDO A SUS HIJOS
Mientras Letonia fue parte de la Unión Soviética, este memorial era visitado con relativa frecuencia; a finales de los ochenta; con el ascenso del nacionalismo letón y su rechazo por todos los símbolos soviéticos, empezó a ser ignorado.