FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN UNLP

ISBN 957 950 34 0658 8

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Campos de exterminio

V. La Segunda Guerra Mundial y el Holocausto


El director de cine francés Claude Lanzmann estrenó en 1985 su película Shoah –palabra hebrea que significa caos, aniquilación, el nombre que los israelíes han dado al Holocausto– en la que, durante 9 horas y 4 minutos, expone varias entrevistas a víctimas del Holocausto y criminales de guerra. Entre estos está el testimonio del SS Franz Suchomel, quien detalló sin tapujos la forma en que eran tratadas las víctimas en Treblinka

“Cuando yo llegué, Treblinka estaba operando a toda su capacidad. El gueto de Varsovia estaba siendo vaciado para entonces. Tres trenes llegaron en dos días, cada uno con tres, cuatro, cinco mil personas a bordo, todas de Varsovia... Así que llegaron tres trenes, y desde que la ofensiva contra Stalingrado estaba en su apogeo, las cargas de judíos eran dejadas a un lado de la estación de tren. Lo que es más, los carros eran franceses, hechos de acero. Así que mientras cinco mil judíos llegaban a Treblinka, tres mil morían en los vagones. Tenían las muñecas cortadas, o simplemente estaban muertos. De los que bajaban del tren, la mitad estaban muertos y la otra mitad locos. En los otros trenes que venían de Kielce y otras partes, al menos la mitad estaba muerta. Los apilábamos [en la rampa]. Miles de personas apiladas una encima de la otra en la rampa. Apiladas como madera. Además de esto, otros judíos, aún vivos, esperaban ahí por dos días: las pequeñas cámaras de gas no podían manejar la carga de trabajo. Funcionaron día y noche durante aquel período. El trabajo era llevado a cabo por cuadrillas especiales (Sonderkomandos) de prisioneros judíos. La cuadrilla azul era responsable de descargar el tren, cargar el equipaje y limpiar los vagones. La cuadrilla azul tenía la tarea de desvestir a los pasajeros y llevar sus ropas al área de almacenamiento. Los Goldjuden (judíos de oro) se encargaban de administrar el dinero, oro, acciones y joyería. Efectuaban una búsqueda minuciosa en los prisioneros antes de enviarlos a las cámaras de gas. El dentista abría las bocas de los muertos y sacaba el oro de los dientes...

Los judíos que esperaban en los vagones del tren sabían qué sucedería y miles se suicidaban en los trenes”.

Texto tomado del documental Shoah.


Treblinka TREBLINKA


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