FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN UNLP

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Discurso de Mijail Gorbachov

I. La Guerra Fría

 

GORBACHOV EN LA ONU, 7 DE DICIEMBRE DE 1988

 

 

 

 

GORBACHOV EN LA ONU, 7 DE DICIEMBRE DE 1988

 

 

 

 

 

 

 

“La historia de las centurias y milenios pasados han sido la historia de guerras generalizadas, y desesperadas batallas, dirigidas a la destrucción mutua. Ocurrieron por el choque de intereses sociales y políticos y las hostilidades nacionales, por incompatibilidad ideológica o religiosa. Así eran las cosas, y aún hoy muchos afirman que ese pasado, que no ha sido superado, es un patrón inmutable. Sin embargo, paralelamente con el proceso de guerras, hostilidad y alienación de pueblos y naciones, otro proceso, igualmente objetivo, estaba en marcha y ganaba fuerza: el proceso de la emergencia de un mundo conectado e integrado.

Un progreso mundial superador es posible ahora, solamente a través del consenso de toda la humanidad, en dirección hacia un nuevo orden mundial. Hemos llegado a una frontera en la que la improvisación lleva a un camino sin salida. La comunidad mundial debe aprender a delinear y dirigir el proceso que preserve la civilización, para hacerla segura para todos y más placentera para la vida de todos los días. Esta es una cuestión de cooperación que puede ser más precisamente llamada “co-creación” y “co-desarrollo”. La fórmula del desarrollo “a expensas de otro” está quedando anticuada. A la luz del presente, el progreso genuino basado en la violación de los derechos y las libertades de los hombres y los pueblos, o a expensas de la naturaleza, es imposible. (…)

Teniendo en cuenta todo esto, se llega a la conclusión de que si queremos tomar nota de las lecciones del pasado y de las realidades del presente, si debemos considerar  el objetivo lógico del desarrollo del mundo, es necesario buscar, y buscar juntos, un acercamiento mejorando la situación internacional y construyendo un mundo nuevo. Si es así, entonces también vale la pena acordar en los prerrequisitos y principios fundamentales y realmente universales para esas actividades. Es evidente, por ejemplo, que la fuerza y la amenaza del uso de la fuerza ya no pueden ser instrumentos de política exterior. (…)

La libertad de elección es un principio universal para el cual no debería haber excepciones. No hemos llegado a la conclusión de la inmutabilidad de este principio sólo a través de buenas intenciones. Hemos llegado a través del imparcial análisis de los procesos objetivos de nuestro tiempo. Las crecientes variedades de desarrollo social en diferentes países han hecho más perceptible los rasgos de esos procesos. Esto en referencia tanto al sistema capitalista como al socialista. La variedad de estructuras sociopolíticas que han crecido en las últimas décadas con los movimientos de liberación nacional, también lo demuestran. Este hecho objetivo obliga a respetar las visiones y posturas de otros pueblos, a ejercer la tolerancia, a estar preparado para ver que fenómenos diferentes no son necesariamente malos u hostiles y a tener la habilidad de aprender a vivir codo a codo a pesar de las diferencias y desacuerdos. (…)

La desideologización de las relaciones entre países se ha convertido en una demande de este nuevo tiempo. No estamos renunciando a nuestras convicciones, filosofía o tradiciones. Tampoco estamos pidiendo que otros lo hagan. Ni nos encerraremos en nuestros propios valores. Eso sería espiritualmente empobrecedor, porque sería renunciar a la poderosa fuente de desarrollo que significa compartir todas las originales creaciones de cada nación. En el curso de ese compartir cada uno demostrará las ventajas de su propio sistema, modo de vida y valores, pero no a través de la propaganda si no de las obras. Esa es, efectivamente, una honesta lucha de ideologías, pero que no debe trasladarse a las relaciones entre estados. De otra forma, simplemente no seremos capaces de resolver ni uno sólo de nuestros problemas;  organizar una amplia, mutuamente ventajoso y equitativa cooperación entre los pueblos; manejar racionalmente los logros de la revolución científica y tecnológica; transformar las relaciones económicas mundiales; proteger el medio ambiente;  superar el subdesarrollo o terminar con el hambre, la enfermedad, el analfabetismo y otros males masivos. Finalmente, en ese caso, tampoco podremos eliminar la amenaza nuclear y el militarismo. (…)

Nuestro país está bajo un resurgimiento verdaderamente revolucionario. El proceso de reestructuración está avanzando. (…) Con el objetivo de comprometer a la sociedad en la implementación de los planes de reestructuración, esta debe hacerse más verdaderamente democrática. Bajo el signo de la democratización, la reestructuración abarca a la política, la economía, la vida espiritual e ideológica. Hemos desplegado una reforma económica radical, hemos acumulado experiencia, y da partir del año entrante estaremos transfiriendo a toda la economía nacional nuevas formas y nuevos métodos. Más aún, esto significa una profunda reorganización de las relaciones de producción y de la realización del inmenso potencial de la propiedad socialista. (…)

Hemos completado la primera etapa del proceso de reforma política con las recientes decisiones del Soviet Supremo de la URSS de reformas a la Constitución y la sanción de una Ley de Elecciones. Sin demoras, nos embarcamos en la segunda etapa. En la cual el objetivo más importante será trabajar en la interacción entre el gobierno central y las repúblicas, estableciendo relaciones entre las nacionalidades basados en los principios del internacionalismo leninista, legados a nosotros por la gran revolución, y reorganizando a la vez el poder de los soviets locales. Enfrentamos un inmenso trabajo. A la vez debemos resolver problemas mayores. (…)

Nos hemos abocado profundamente a la tarea de construir un estado socialista basado en el respeto a la ley. Una serie de nuevas leyes han sido preparadas o están en su fase de afinación. Muchas de ellas entrarán en rigor a más tardar en 1989, y confiamos en que cumplirán con los más altos estándares desde el punto de vista del respeto de los derechos individuales. La democracia Soviética adquirirá una firme base normativa. Esto incluye hechos tales como la Ley de Libertad de Conciencia, la de Glasnost, la de asociaciones y organizaciones públicas y muchas otras. No hay en este momento personas en las cárceles del país sentenciadas por sus convicciones políticas o religiosas. Los borradores de las nuevas leyes incluyen garantías adicionales que eliminan este tipo de persecuciones. (…)

Hoy les puedo informar lo siguiente: la Unión Soviética ha tomado la decisión de reducir sus fuerzas armadas. En los siguientes dos años, sus fuerzas serán reducidas en 500.000 efectivos, y el volumen de armas convencionales también se reducirá considerablemente. Estas reducciones serán unilaterales, independientemente de las negociaciones mandatadas en la cumbre de Viena. (…)

Con estas acciones, como con todas las que buscan la desmilitarización de las relaciones internacionales, queremos llamar la atención de la comunidad mundial acerca de otro tema central, el problema de cambiar una economía armamentista por otra del desarme. ¿Es realista pensar en la reconversión de la producción militar? Ya hablé de esto en una ocasión. Creemos que efectivamente, es realista. Por su parte la Unión Soviética está lista para hacer lo siguiente. En el marco de la reforma económica estamos preparados para redactar y presentar nuestro plan interno de reconversión, para preparar durante 1989, como experimento, la reconversión de dos o tres industrias armamentísticas , y publicar nuestra experiencia en la relocalización de especialistas de la industria militar, y también el uso de ese equipamiento, infraestructura y trabajo para la industria civil. Es deseable que todos los estados, especialmente los de mayor poder militar, presenten sus planes sobre esa cuestión a las Naciones Unidas. (…)

Para finalizar, estando en suelo estadounidense, y también por otras obvias razones, no puedo esquivar el tema de nuestras relaciones con este gran país… Las relaciones entre la Unión Soviética y Estados Unidos llevan cinco décadas y media. El mundo ha cambiado, así como la naturaleza, el papel  y el lugar de esas relaciones en la política mundial. Por demasiado tiempo fueron construidas bajo el signo de la confrontación, y a veces de la hostilidad, abierta u oculta. Pero en los últimos años, en todo el mundo las personas pudieron notar el aire de distensión, gracias a las mejoras, en la esencia y el clima, de las relaciones entre Moscú y Washington. (…)

La herencia de la inercia del pasado continúa operando. Contradicciones profundas y las raíces de muchos conflictos no ha desaparecido. El hecho fundamental  sigue siendo que la formación de un período de paz ocurrirá en condiciones de existencia y rivalidad de diferentes sistemas socioeconómicos y políticos. Sin embargo, el significado de nuestro esfuerzo internacional, y uno de los principios claves del nuevo pensamiento es precisamente es impartirle a esa rivalidad la característica de una razonable competencia en condiciones de respecto de la libertad de elección  y equilibrio de intereses. Así se volverá incluso útil y productivo desde el punto de vista del desarrollo general del mundo; de otra forma, si el mayor componente sigue siendo la carrera armamentística, como ha sido hasta ahora, la rivalidad será fatal. Efectivamente, cada vez más gente a través del mundo, desde el hombre de la calle hasta los líderes, está comenzando a comprender esto.

Estimado presidente, estimados delegados: finalizo mi primer discurso en las Naciones Unidas con el mismo sentimiento con el que lo comencé: un sentimiento de responsabilidad para con mi propio pueblo y para con la comunidad mundial. Nos encontramos al final de un año que ha sido muy significativo para las Naciones Unidas, y en las vísperas de otro del que todos esperamos mucho. Uno desearía creer que nuestro esfuerzo conjunto para poner fin a una era de guerras, confrontaciones y conflictos regionales, agresión contra la naturaleza, el horror del hambre y la pobreza, como del terrorismo político, irá de la mano de nuestro deseos. Este es nuestro objetivo común, y sólo actuando en conjunto podremos alcanzarlo. Gracias.


Versión completa en inglés. Traducido por Matías Bisso

 

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